Las mujeres somos sensibles por naturaleza, es por eso que somos capaces de ser tan suaves como una flor o tan agudas como las espinas, nuestra manera de ser es apasionada y puedes subir al cielo entre nuestros brazos o caer al suelo y probar el polvo de nuestros zapatos, todo depende de cómo nos traten.
El mundo de Jadasah