Yo tengo un ángel que me protege de los envidiosos. Yo tengo un ángel que siempre va detrás de mí y un ejército de guerreros y ese ángel me protege de los que no son sinceros. Si me confundo y pierdo la fe a medio caminar el ángel me dice a mí levántate de la cama y enfréntate a la vida porque tú naciste para sobrevivir. Y le confieso que lo antes escrito en este verso el relato, el dolor que me quería partir los huesos, como todo ser humano he tenido mis tropiezos pero el ángel me acompaña, aún no me quede un peso, su protección no tiene precio, mas allá de lo real, espiritual, sé que no me va a fallar.
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