Si todos los caminos llevan a Roma, ¿cómo se sale de Roma? A
veces pensamos demasiado y sentimos muy poco. Mi abuelo siempre decía que si
alguien quiere seriamente formar parte de tu vida, hará lo imposible por estar
en ella, aunque en cierto modo perdamos entre pantallas el valor de las
miradas, olvidándonos que cuando alguien nos dedica su tiempo, nos está
regalando lo único que no recuperará jamás, y es que la vida son momentos
sabes? que ahora estoy aquí ¿y mañana? mañana no lo sé; así que quiero decirte
que si alguna vez quieres algo ,quieres algo de verdad, ve a por ello sin mirar
atrás mirando al miedo de frente y a los ojos entregándolo todo y dando el
alma, sacando al niño que llevas dentro; ese que cree en los imposibles y que
daría la luna por tocar una estrella, así que no sé qué será de mi mañana, pero
este sol siempre va a ser el mismo que el tuyo, y los amigos; son la familia
que elegimos y yo te elijo a ti, te elijo a ti por ser dueño de las arrugas que
tendré en los labios de vieja, que apuesto fuerte por todos estos años a tu
lado, por las noches en vela, las fiestas, las risas, los secretos y los amores
del pasado, tus abrazos así porque así... Y es que en este tiempo me he dado
cuenta de que los pequeños detalles son los que hacen las grandes cosas y que
tú has hecho infinito mi limite y así que te doy las gracias por ser la única
persona capaz de hacerme llorar riendo, para aparecer en mi vida con esa
sonrisa loca, con ese brillo en los ojos capaz de pelearse con un millón de
tsunamis así que no, no sé dónde estaremos dentro de cien años, ni sé cómo se
sale de Roma, no te puedo asegurar nada, pero te prometo que pase lo que pase,
estés donde estés, voy a acordarme de ti toda la vida, por eso mi luna va a
estar siempre contigo, porque tú me enseñaste a vivir cada día como el primer
día del resto de mi vida y eso, eso no lo voy a olvidar nunca.
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