Siempre nos queda el futuro y la duda de si durará, todo está en jugar. Después de todo se que nada es permanente y que al impaciente se le olvida el presente. Nada es tan urgente, nada tan importante y nada merece más la pena que el instante que tenemos delante y el siguiente y la oportunidad de hacerlo diferente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario