Todo cae por su propio peso.
Hace como tres años, pensaba que la perfección humana era posible por los buenos sentimientos que a veces se presentan en pequeñas circunstancias de la vida, incluso para no exagerar si no era completa pues esperaba que un poco sí, pero lo que no podía comprender eran en los errores que cometemos las personas, la verdad sentía que una traición se pagaba con lo peor que se le puede dar a una persona, o al menos dejar de tratarla como lo que se supondría que fuera una persona.
Hasta que no me pasó por la mente que yo podría estar en sus zapatos y para bien o para mal se tomó esa decisión para ser franco me tomaron años comprenderla pero me sirvió para crecer como persona y entender que las personas no somos perfectas.
Cuando trates de poner tu dedo y juzgar a una persona primero piensa en todas las acciones malas que has cometido y piensa en que quizás no debes de apuntar y marcar, si no debiéramos ayudarnos a crecer como lo que somos y así aprender a salir adelante.
Hay cosas que aparentemente no se olvidan y viven en ese extraño lugar que se llama recuerdo, a veces gris, a veces tan oscuro, que no nos permiten ver con claridad, siendo tan malo lo que pasó, tratemos de ver en nuestro en nuestro interior y pensar si es justo quedar con el rencor en nuestros corazones o simplemente perdonar esta injuria producida. Al fin y al cabo no estamos eximidos a equivocarnos.
Hace tiempo leí "ten cuidado con lo que das, porque podrías recibirlo algún día". Efectivamente, esta ley no falla y siempre se pagan nuestras acciones, solo que para la persona que lo dice con ánimo de que le quede claro a otra que pagará por su acción y se siente capaz de jugar como un "dios", le invito a que piense en todas sus acciones y piense si él es perfecto.